Es la esperanza esa cosa con plumas que se posa en el alma,
y sin palabras su canción entona y nunca se calla,
y más dulce se escucha en el vendaval;
y poderosa ha de ser la tormentaque pueda abatir
al pequeño pajaritoque a tantos abrigó.
Lo he escuchado las tierras más frías,
y en los mares más extraños;
mas nunca en la penuriame pidió una migaja.
Emily Dickinson.
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