¿Feliz cumpleaños amor?...

Y ese día quizá suene tu celular y despertarás desconcertado, mirarás la pantalla y recordarás la fecha que se marca llamativa y especial... mi cumpleaños. Ese día que siempre olvidaste, que nunca te importó, en el que jamás consideraste llamar, ese día que yo tenía que mencionar.

Talvéz al ver mi nombre en el móvil lo maldecirás y se incitará pronto tu coraje, púes es otro el nombre que esperas ver y del cual amarías escuchar su voz.

Tu cara se sumirá de nuevo en la almohada, consolando los deseos quebrantandos en un sueño

hondo para abrirse paso en la neblina de un rostro de ángel, la diosa que veneras y que no soy yo.

Seguirás siendo presa de las sábanas y te levantarás al asomarse grácil el sol sobre tu hombro.

La habitación no ha cambiado, la ventana de la aurora sigue en el mismo lugar, la entrada de las penas y los logros no se ha movido aún, en la cama dos amantes... la soledad y tú.

Han pasado infieles las horas, retan siniestros sus minutos, la noche ha caído en brazos de la luna, la ha besado discreta y plena con el fin ser comtemplada.

Ha muerto el día ahora, renacerá mañana...

Uno de tantos

A ti siempre llamé mío, cuando nunca lo fuiste ni en sueños vagos,
te consideré un niño a pesar de tu tentadora apariencia de hombre,
profundamente creía que tu madurez iba más allá de la mía,
pero simplemente era la careta de un sucio jugador lo que veía,
presentía que el carácter fuerte que reflejabas era original,
más del mismo, contra mi estallaban las injustas batallas que siempre ganabas,
imaginé que vestías diferente cada prenda diseñada de versos, pero
me decepcionaste al desnudarte ante mí débil y etéreo , y fue así
que descubrí que eres otro mortal más en este complicado e infinito universo.

Monstruo

Esfuérzate porque no te encuentre, sigue así, siempre sin mí,
sigue adelante, sin detenerte ni mirar atrás por accidente,
alimenta el júbilo que me causa tu desprecio tan abatido,
acaricia los sueños que emprenden el vuelo en tu desvelo,
apuñala cada momento que por descuido te llama sin sentido,
destrózame como lo hiciste al inicio, sin piedad, convencido,
de ti, pequeño error de grandes suspiros y aladas mentiras piadosas
deseo lo peor, lo innombrable, lo abominable, lo impredecible;
a ti monstruo, suplico lo más perverso dando el fin a mi vida,
sólo después renaceré más bella y fuerte que nunca, y sólo entonces
tu nombre sera "el imbécil", tu apellido sera "el pasado" y tu condena
será jamás tenerme.

Pensándote

Pensé en amarte, pero tu deseo se volcó en alguien más,
pensé en buscarte, pero tu ausencia se reveló ruda,
pensé en llamarte, pero tu voz me susurró muda,
pensé en evocarte, pero se nubló tu recuerdo ajeno,
pensé en escribirte, pero la inspiración se congeló nula,
pensé en extrañarte, pero desterré al anhelo vagabundo,
pensé en perdonarte, pero se enfatizó el color de tu falsedad,
pensé en odiarte, pero hoy la indiferencia ocupa tu lugar.

¡Adiós!

Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás,
¡se quiebran los vasos y el vidrio que queda,
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama,
dos veces no florecerán...
¡las flores tronchadas por el viento impio
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
!que tristes las horas que se desgranaron,
bajo el aletazo de la soledad!

¡Que tristes las sombras, las sonbras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡cúbrete de yagas!...
¿de yagas infectas?... ¡cúbrete de mal!
¡que todo el que llegue, muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más!

*Alfonsina Storni*

Una frase, una palabra y el silencio

Que profundo y doloroso se ha vuelto este "adiós",

me posee y golpea con el aliento del silencio,

para luego mutilarme en cuerpo y alma con el

despiadado filo de un mortal "hasta nunca".

Que imperfecto se ha tornado lo perfecto,

se ha mostrado cínico y sutil el viento,

quemando uno a uno los segundos infinitos

de un destino que ya no encuentra lugar.

Han sido una frase, una palabra y el silencio,

los que me acunan en los ojos de la luna

mientras la noche me consume sobria y queda

en el mar de las penas que beben fantasmas.