Cómo puedes decir que amas, que quieres y que extrañas,
por qué mentir de esa manera tan hiriente, qué ganas con ello,
¿acaso tomar a cualquiera a tu antojo, para simplemente usar
y desechar?... vaya, que basura de hombre eres...
Púes te tengo una nueva ególatra sin talento...
... no fuiste quien eligió, al contrario, eres tú
el afortunado de estar a mi lado, de tenerme cada noche
en tus brazos, de escuchar los versos que tibios te acarician
el alma y te consuelan tiernos cobijándote la piel.
Que torpe eres mediocre inhumano, que ingenuo juegas a
ser tesoro de mis días, cuando invisible pasas en el tiempo
y te transformas en mis manos en lo más sublime, lo más amado,
lo menos preciado, lo más repulsivo, la noche y el pecado.
Eres sólo una burla del cinismo, historia de errores y
ensayo de mi destino, también eres fantasma encarnado de
hipocrecía y reconres, rencores que te consumen desapareciendo
el vestido inútil de tu vaga esencia...
... te reflejas en mis ojos contrastando con la lastima...
... mendigo de harapos obsesivos...